1. El motor también necesita calentarse
En días fríos, darle unos segundos al motor para que tome temperatura antes de salir puede marcar la diferencia. Esto ayuda a que los fluidos internos circulen mejor y a que el rendimiento general del vehículo sea más óptimo.
2. Revisá la batería
El frío afecta el rendimiento de la batería, y si ya tiene varios años, puede fallar sin aviso. Hacé un control preventivo para asegurarte de que esté en buen estado.
3. No te olvides del refrigerante
Verificá el nivel del líquido refrigerante y su concentración. Es fundamental para que el motor no se congele ni se recaliente.